Pretensiones sobre la Biblia

La Biblia no llegó sobrenaturalmente
La Biblia no llegó sobrenaturalmente

Reflexión Pastoral #1

 

La iglesia cristiana vive momentos que cada día son más difíciles. Tras el hecho de ser imperfecta, a causa de la naturaleza pecaminosa del ser humano, ahora lucha con las tensiones existenciales y morales del nuevo milenio. Y las dificultades son mayores en los llamados "países desarrollados." Una de las grandes dificultades es la referida a la Biblia.

 

Las verdades católicas y fundamentales de la fe cristiana, quiérase o no, están contenidas y desarrolladas desde ese libro llamado Sagradas Escrituras o Santa Biblia (Credos, Concilios, Teologías, Confesiones, Denominaciones, etc). En un momento de discusión religiosa no hay autoridad última que no sea la misma Biblia. Ella posee la característica de ser un libro totalmente divino pero a la vez totalmente humano. Dos realidades que son difíciles de armonizar ya que la exaltación de la una va en detrimento de la otra.

 

La Biblia es la palabra de Dios escrita con palabras humanas y por seres humanos. En los últimos trescientos años (y quizá en un sentido desde la Reforma protestante) el desarrollo de las ciencias bíblicas aunado a los grandes descubrimientos de manuscristos bíblicos han traído una nueva visión acerca de la Biblia que puede llegar a ser positiva y/o negativa. Esa visión ha significado, por una parte, un mayor conocimiento del elemento humano presente en las Sagradas Escrituras. Se ha podido afirmar que la Biblia no es un libro que, como por un milagro, resultó caído del cielo o fue entregado por la mismísima mano de Dios a los seres humanos. Al contrario, es fascinante estudiar cómo nos ha llegado la Biblia desde la perspectiva humana. Y esa perspectiva se ha convertido cada vez más en el atractivo académico de la mayoría de las instituciones de formación religiosa (seminarios, universidades, institutos, etc).

 

Pero, por la otra parte, también ha surgido un error moderno y ha sido el sobre-énfasis en el aspecto humano de la Biblia lo cual se ha comenzado ha derramar en posturas "liberales" postmodernas. En lo personal no me identifico con ninguna postura al punto que para los unos soy de los otros y para los otros soy de los unos. Ambas posturas resultan del sobre-énfasis de alguno de los aspectos, divino o humano, de la Biblia. Los unos pretenden ignorar totalmente el aspecto humano de las Escrituras mientras los otros pretenden desterrar totalmente el aspecto divino de las Escrituras. AMBAS PRETENSIONES SON INADMISIBLES!

 

La crisis que cada vez más afecta a la iglesia no tiene solución posible. Los seres humanos no poseen el equilibrio como una virtud primaria. Como diría un famoso presidente de nuestros tiempos: "quien no esté con nosotros está contra nosotros." Ese razonamiento es natural del ser humano. Pero el cristianismo, que se caracteriza por el equilibrio, ha sido enseñado y usado desequilibradamente, y cada día porvernir será víctima del desequilibrio. No obstante, para los verdaderos cristianos la Biblia seguirá siendo el punto visible de autoridad, fe y unidad, y sus realidades divina y humana seguirán presente en ella.

 

Sólo dos advertencias me restan. Una, que el aspecto humano de la Biblia descansa sobre el aspecto divino (la Biblia resultó como a Dios le dió la gana hacerla incluyendo el uso y modo en que se encuentra el imperfecto aspecto humano). Y dos, cuidado para quienes pretendiendo ser "sabios y entendidos según este siglo" desoigan la voz de Dios a través de la Biblia argumentando que seres humanos la escribieron e ignorando intencionalmente la actividad divina en el asunto. Creo que Dios no ha dejado de burlarse, hasta los días presentes, del conocimiento y la sabiduría humana.

 

Rev. Oscar Toledo

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